Biopsicogenealogía

Cada árbol genealógico refleja un recorrido transgeneracional. Cada uno de nosotros somos en nuestra génesis una célula que ya forma parte de una familia, de una pareja: papá y mamá.

Los padres aportan al futuro bebé su bagaje genético y su historia transgeneracional. Lo que en psicogenealogía se llama “memorias del árbol”.

Somos seres biológicos que formamos parte de un sistema familiar con el que establecemos vínculos a lo largo de nuestra vida, tanto uterina como terrestre. De ahí, que añadamos ‘bio’ a psicogenealogía.

Hay varias formas de entender la realidad y varios lenguajes para describirla. Cuando se entra en el lenguaje del árbol (lenguaje biológico y lenguaje transgeneracional) se revelan muchas respuestas a preguntas que en apariencia parecen cosas del azar, la mala suerte o el destino y se facilita una toma de consciencia de los movimientos internos inconscientes que han configurado nuestra vida tal como la vivimos aquí y ahora.

La biodescodificación permite por tanto:

– Mostrar cómo los comportamientos de cada individuo están profundamente marcados por su contexto familiar.

– Relacionar la problemática actual con el drama vivido por el clan.

– Tomar conciencia de la familia que habita en cada uno de nosotros. Somos frutos de una larga cadena.

Explorar este laberinto nos permite comprender lo que nos determina, nos influencia y lo que constituye el tejido de nuestra vida.

La exploración del árbol nos permite acceder a una información que aunque no la veamos, existe y conforma nuestra realidad actual, a una información que a pesar de tenerla delante o accesible, nunca le hemos prestado atención o hemos considerado su importancia.

Aquello que no se ve crea lo que se ve