En mayor o menor cantidad, en cualquier casa se conservan fotografías y retratos antiguos con un alto valor emocional que nos ayudan a recordar con cariño a los familiares que ya no están con nosotros.
Momento en el que fue tomada la fotografía
Es posible que la fotografía lleve una dedicatoria manuscrita y fechada. Aunque no sea así quizás se pueda deducir el año en función de la edad aproximada de las personas que aparecen o bien conociendo el evento en el que se tomó la imagen.
Lugares de residencia
En ocasiones las fotografías antiguas llevan impresa la firma y la dirección del estudio fotográfico, siendo esta una muy buena información para saber donde vivía la familia en ese momento.
A veces no tenemos esa suerte pero el fondo de la instantánea muestra un lugar fácilmente reconocible aún actualmente.
Edad y estado civil
Los retratos antiguos de grupos familiares pueden ayudar a establecer diferencias de edad entre los miembros de la familia. También es posible calcular un año aproximado de nacimiento si sabemos la fecha en la que fue tomada la fotografía.
Si nos fijamos en el entorno en el que se tomó la imagen, quizás sea posible detectar el estado civil de las personas que aparecen.
Podemos también observar si la familia vestía de luto y relacionarlo con la fecha de la defunción de algún miembro de la familia.
Profesión
Muchas familias conservan retratos antiguos de sus antepasados tomadas en sus lugares de trabajo con compañeros/as de trabajo. Quizás aún existan esos centros de trabajo y se pueda incluso obtener su expediente personal.
En el caso de antepasados militares, el uniforme nos informa acerca del cuerpo en el que sirvió y el rango alcanzado en ese momento, información muy válida a la hora de buscar información en los archivos del ejército.